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Relajación Naturaleza

Encuentra una posición cómoda, sentado o acostado. Deja que tu cuerpo empiece a relajarse y que tu mente empiece a imaginar un hermoso bosque. Imagina un bosque en una montaña. 

Imagínate caminando por un camino a través del bosque. El camino es suave y debajo de tus zapatos sientes una mezcla de tierra y hojas secas. Al caminar tu cuerpo se relaja y tu mente se despeja, más y más a cada paso que das.

Respira profundamente y siente el aire fresco de la montaña. Llena tus pulmones completamente.

Coge aire... Déjalo salir despacio y completamente. Deja que tu cuerpo se relaje aún más. Continúa respirando lenta y profundamente. 

Escucha los sonidos del bosque... Los pájaros cantan, el aire sopla, las hojas de los árboles se mueven a la vez que el viento. 

Al respirar sientes como tus músculos se relajan. Sientes tu espalda relajada, tus brazos, tus piernas, tu cabeza... Te sientes libre y tranquilo. Ahora, comienzas a subir una pequeña cuesta. El viento sigue soplando.  Observas los arbolitos pequeños, grandes... 

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Caminas por el bosque y empiezas a escuchar el sonido de un río. Cada vez lo escuchas más cerca. Te acercas a la cima de la montaña. Por fin encuentras ese río. Ves una roca en la que te sientas y descansas... Siento los rayos del sol como acarician tu piel. El cielo está despejado. Te sientes muy relajado en paz... Disfruta de este lugar maravilloso.

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